En una semana cuando regresaban los restos de un ex presidente cuestionado aunque perdonado por el voto popular (fue electo senador del Táchira en 1998) esto fue lo que hubiese debido pasar y lo que pasó en realidad.
Lo que debía pasar. El gobierno hubiese debido proponer una escolta sencilla por lo menos para el transito entre la iglesia del velorio y el cementerio. Ni siquiera la guardia de honor, pero por lo menos unos cadetes bien uniformados. Y claro esta, los servicios de seguridad y transito.
Lo que nos hubiese conformado. Nada. Que se calle el gobierno. Que deje AD tranquila por una semana. Eso hubiese sido suficiente.
Lo que paso. Hugo Chávez no aguanto las ganas. Hizo una cadena idiota durante uno de los eventos del sepelio de CAP, para que la Tele no muestre la cantidad de gente que fue. Y remato con insultos a CAP y a cualquiera que le doliese la muerte de CAP, o que se atreviese a pasar un juicio objetivo e histórico.
Allí lo tienen ustedes, la medida del personaje. Sus odios, sus resentimientos, su narcisismo. Ni la enfermedad puede escusar eso.
Y el que escribe esto solo marco dos blancas en su vida, hace muchos, muchísimos años, antes del 87. Y no vislumbra escenario para marcar otra blanca.
Por si acaso.