Carta abierta a Socorro Hernández, la malandra del CNE

Muy querida Socorro Hernández, del directorio del CNE

Estoy siguiendo en directo el escrutinio de los votos en España. Todo manual. Una hora después del cierre de las urnas en España (y cerraron todas) cierran las de las islas Canarias. A penas cierran en las Canarias y ya el ministerio del interior, cuyo ministro es un socialista que coordina el acto electoral, nada de CNE por esos lares, da el primer parte con 13% escrutado con ya amplia ventaja al partido de oposición. Media hora más y ya los votos escrutados pasan del 20%. A las 9:35 PM, 1.5 horas después de cerrar en Madrid ya son 64% escrutados. ¡Ha! Se me olvidaba mencionar que a las 8 PM al cerrar las urnas, sin que cierren todavía las de Canarias, se autorizaba a publicar los sondeos de boca de urnas, a pesar de unos cuantos todavía estaban esperando dentro de los centros de votación su turno.

 Y a pesar de todas esas cosas, que se considerarían irregularidades horrorosas por el CNE pirata de Venezuela que clama tener el mejor sistema electoral del mundo, nadie protesta, todos acatan, todos celebran o lloran. Pero nadie, hasta ahora por lo menos, ha criticado la votación, a reclamado por fraude electoral (las criticas al sistema son otra cosa, pero el acto mismo no lo cuestiona NADIE).

Y todo manual, con papelitos que se cuentan uno a uno, con voto por correspondencia incluido, y votos de los españoles fuera de España.

Otra vez podemos comprobar, en vivo y directo que toda la parafernalia que usted justifica para el CNE no es nada más que un atraco a ver cómo es que logran de que sin los votos el aprendiz de dictador Chávez siga ganando elecciones.

Usted no es más que una vil tramposa que se las hecha de gran vaina.  Una delincuente, pues.

PD: dirijo esta carta a usted y no a Tibisay porque para los ilustrados está claro que la malandra, la tramposa, la hampón mayor del CNE es usted, con el combo que la rodea. Todavía estamos esperando la respuesta al desafío que le mandamos para que justifique el guiso electoral de las legislativas.  Todavía sigo disponible para debatir con usted donde quiera y cuando quiera sus excusas.