Su dilatada carrera como alcahueta del régimen castrista de Hugo Chávez ya la hace merecedora del desfavorable juicio de la historia, y, esperamos que mas temprano que tarde, del juicio terrenal. Considerándolo bien, hoy tenemos la esperanzadora noticia de Jorge Videla siendo condenado, poco tiempo antes de su muerte, a cadena perpetua.
Por lo tanto no vale la pena recodar hoy los detalles de sus diversas barbaridades tales como la negación de la separación de poderes o cuanto caso de sólido soporte constitucional usted se negó a oír porque simplemente no le daba la gana, o se lo prohibían desde Miraflores.
No, usted anotó esta semana méritos particulares al haber permitido el desarrollo del juicio de un tal Mazuco. Vamos a estar claros: yo, personalmente, no creo que exista ningún policía "inocente" en Venezuela. Es mas, dudo que haya muchos países donde haya un numero significativo de policías "inocentes". El trabajo lo dificulta y lo que se juzga en un policía son sus intenciones y las circunstancias. Se lo digo para que usted vea el significado de la palabra objetividad que parece usted haber olvidado hace mucho, si es que jamas lo supo.
No, el asunto es que usted permitió que el juicio se desarrollara como se desarrollo. Después de años de atraso, llegó una premura obscena, con testigos de última hora sin identificar, y encapuchados, resultando una condena entre gallos y media noche, a pocas hora de la Noche Buena. En otras palabras, sea inocente o no, el señor Mazuco, diputado electo de la república que es un honor que posiblemente usted nunca tendrá, no merecía un juicio que solamente se puede calificar de castro-estalinista, al mejor estilo de las infames purgas de aquellos días.
Por tolerar que se desarrolle un sistema judicial de tiranía usted se merece ampliamente pertenecer a esta lista de las personas del régimen actual que algún día tendrán que rendir cuentas ante una verdadera justicia. Y su caso se agravará porque usted tiene la potestad de anular ese juicio infame desde ya, sin ni siquiera esperar tramites engorrosos. Porque si hay una persona que nunca podrá alegar "yo no sabia" o el clásico "yo seguía ordenes" es usted. ¿O es que usted tampoco sabe lo que es ser presidente de un poder judicial? El drama suyo es y será que usted no solamente no tiene escusas pero al momento de la publicación de esta condena usted tiene el potencial de redimirse.
Díganos pues lo que piensa hacer.