Cuando estaba de viaje por el imperio en estos días me enteré que un cierto grupo de gente regresó de un mega-matrimonio en República Dominicana con cólera por haberse comido langosta contaminada.
Obviamente no se le puede desear dicha enfermedad a nadie, aunque hoy en día se pueda curar sin mayor problema si uno tiene acceso a una clínica o hospital bien pertrechados. Sin embargo esto me hizo reflexionar sobre el sifrinismo tan nuestro, aun mas cuando nos informan que también en Nueva York llegó el cólera con el mismo origen.
Hugo Chávez Frías tiene ya 12 años dándole y dándole a una cierta élite, por llamarla de algún nombre. Y sin embargo esa seudo-élite todavía no entiende, todavía no se vuelve algo mas discreta. ¿Como es posible? Después de doce años de Chávez, de un horrible terremoto en Haití, de casos de cólera reportados tanto en Haití como en República Dominicana y esa gente se da el gusto de organizar tremendo matrimonio allá. No en Caracas, no en Margarita, pero allá, en la misma isla donde se casó la maracuchita ésa, ahora miembro del jet set nobiliario europeo. Y todos compitiendo a ver quien llega primero a Punta Cosa o que sé yo donde.
¿Es que no van a aprender nunca? ¿Hasta cuando las plenas paginas sociales de los matrimonios en Venezuela donde lo que importa mas es quien llevaba que vestido de cual diseñador? Tienen 12 años calándose a Chávez, al crimen, a la expropiación, al secuestro y quien sabe que mas y los escuálidos siguen sifrineando, llamando la atención con pancartas de diseñador que dicen "secuéstrame", "exprópriame". Y los boliburgueses no pueden esperar a imitarlos antes de que el jefe los ponga presos por haber robado demasiado.
No, le tienen que dar ese palo de cólera a Huguito para que les pegue duro con eso. Menos mal que ya hasta el mismo Papá dios se esta cansando del asunto y para callar la bulla que podría hacer micomandantepresidente le hizo explotar CAVIM. Así no abre tanto la bocota.