Más allá de lo anecdótico [Hugo Chavez en Uruguay]

Invitada de hoy, un especial de nuestra corresponsal en Uruguay, Milonga, lectora asidua de muchos años. Sus impresiones de la visita de Chavez por esos lares.

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¿Chavez charúa?
El paseo de Hugo Chávez y su chequera de petrodólares a cambio de ignotos premios y zalamerías esta semana por las bandas del sur, despertó risas y fuertes reacciones.

Los negocios de Chávez con los países de América del Sur pueden ser descritos como “turbios”, para decir lo menos. En Uruguay estamos acostumbrados a sus chabacanerías. Esta es su sexta visita desde que el Frente Amplio venció las elecciones. Es la sexta vez que firmamos un acuerdo para explorar los pozos maduros de la bacía de Orinoco (supongo que sean los mismos); que firmamos otro compromiso para cambiar petróleo por lácteos (y que para nuestra sorpresa devino en una deuda con PDVSA de casi 700 millones de dólares, la mitad del patrimonio de nuestra empresa de combustibles, ANCAP. Venezuela vende actualmente 40.000 barriles diarios de petróleo a Uruguay en condiciones “preferenciales de financiamiento”); que se dona 10 millones al hospital universitario; que pone plata para mantener el deficitario banco venezolano BANDES en nuestro país; que hace un convenio para ayudar a Envidrio, una empresa fundida de fabricación de botellas de vidrio ahora de propiedad de los empleados, que Chávez ayudó a reflotar. ¡Ah! Y no nos olvidemos de ALUR, el polo alcoazucarero en el norte del país, ahí donde el fundador y líder del movimiento Tupamaro, Raúl Sendic, inició la revuelta guerrillera con los plantadores de caña de azúcar del Departamento de Artigas en los años 60. Se habla de una inversión de 100 millones de dólares por parte de Chávez, acuerdo firmado con Raúl Sendic Júnior, director de la empresa estatal en los dos gobiernos del Frente Amplio…

El uruguayo común tiene la impresión de que todas estas son promesas incumplidas, que se renuevan esporádicamente, para mantener contentos y en línea a la pseudo-izquierda local. Pero que de hecho, han sido solamente promesas vacías. Porque no hay ninguna transparencia en los manejos de esas donaciones, si las hubo. A cambio, lo único que sabemos, es que el Uruguay, entre gallos y medianoche, votó la integración de Venezuela al Mercosur, aprovechando la mayoría oficialista en el Parlamento. Y en esta reciente visita, Mujica aprovechó para mandarle un recado al Paraguay, único del bloque que no lo ha hecho, que era imperativo que lo hiciera lo más rápido posible. Por qué y para qué es algo que no se consigue entender, ya que el Mercosur acaba de cumplir veinte años, sin pena ni gloria, y está más desagregado que nunca.

Escuchando la transmisión de Telesur del homenaje a Chávez en la Facultad de Medicina del Uruguay – donde Chávez era festejado por la Federación de Estudiantes Universitarios y el PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores y Convención Nacional Trabajadores) – los venezolanos se enteraron por el discurso del Dr. Fernando Tomasina, decano de la Facultad, de la donación de 10 millones al hospital universitario. Y los venezolanos pusieron el grito en el cielo. ¡Se acababan de enterar de esa barbaridad! ¡Era un insulto hacia los estudiantes compatriotas que hasta pocos días atrás habían estado de huelga por el presupuesto universitario!

La realidad es que esos diez millones fueron en realidad veinte, donados en 2008 (¿en dos partes tal vez?) cuando Tabaré Vázquez era aún presidente, como explica Marta Colmenares en una columna de agosto de ese año.

Y que esos millones son un grano de arena en la montaña de plata distribuida por el presidente venezolano apenas en Uruguay, un pequeño paisito que una vez llegó a ser llamado de la Suiza de Suramérica… Y tampoco quiero hablar acá de las “contrapartidas”, como las mal sucedidas casas pre-fabricadas que enviamos a Venezuela, los librillos vendidos a U$$ 32 millones cuando el costo era de 450 mil (y cuya investigación por la justicia quedó en nada), y unos cuantos etcéteras más.

No se entiende la falta de pudor de la izquierda chabacana latinoamericana. Aceptan tan frescos estas donaciones sabiendo que esa plata no le pertenece al bufón de la corte y a sabiendas de las precarias condiciones de la Economía venezolana. Le dan premios por la “libertad de expresión” a Chávez cuando se puede decir todo de él menos que sea paladín de aquello que ha hecho y hace todo lo posible por destruir. Al recibir el premio en la Universidad de la Plata de Argentina, dijo Chávez: “A la dictadura mediática hay que señalarla y luchar contra ella. (…) Las clases dominantes siempre se preocuparon de hacerse de los medios de comunicación para manipular y engañar a los pueblos a través de poderosísimas campañas psicológicas”. Si existe una “dictadura mediática”, que hay que “señalar y luchar contra ella”, poco espacio queda para el ejercicio de la libertad de expresión. Y había que ver a los alumnos de la Facultad de Comunicación aplaudiendo a rabiar y festejando sus ocurrencias, en un lugar que sí debería ser el paladín de las libertades – una Universidad que se supone tiene como fin primordial la búsqueda en común de la verdad y la difusión del conocimiento.

Como dijo el escritor argentino Armando Ribas, “el Socialismo se forja en la envidia, se administra desde la hipocresía, genera la pereza y destruye la riqueza”. Nada puede describir mejor lo que ocurre hoy en Venezuela y otros países del Cono Sur bajo el liderazgo y las ideas trasnochadas del caudillo.

Y “antes que todo se hunda, vamos de nuevo Simón”: