Me parece una coincidencia maravillosa que hoy, 11 de abril, por fin cae Laurent Gbagbo, dictador de Costa de Marfil, que fue obligado a ir a elecciones por la comunidad internacional, que las perdió y que trató de atrincherarse. Después de traer aun mas miseria a ese infortunado país con su negativa a jugar a la democracia lo único que logró es terminar siendo arrestado y probablemente en vías de le La Haya, lo que hubiese podido evitar si hubiese aceptado el resultado electoral y pactado con Ouattara, el legítimo vencedor.
Que esto sirva de lección a otros en los trópicos que se la pasan hablando pendejadas, de milicias y de que "no volverán". Quienes volverán o no se puede discutir, pero todo tiene su final y todos son sustituidos algún día, incluso por comilitones si es necesario. Si quieren pasar a la historia por la puerta grande, no hay nada mejor que el buen gobierno y la vocación democrática. Milicias, violencia y corrupción solo los llevarán la despeñadero, y muchas veces al país también.
Aquí a la derecha una foto de Gbagbo en camiseta que me recuerda a otra joya tropical que también poso en camiseta algún día de un mes de abril no tan lejano.....