El discurso orwelliano soberano

Chávez llego a Argentina porque mas nadie lo quiere recibir.  De hecho, ni en Argentina lo quieren recibir porque el que lo esperaba en el aeropuerto no fue la Presidenta, no fue el canciller, no fue un ministro, no fue un vice-ministro, fue el jefe de protocolo de la cancillería que se la tuvo que calar.

Allí Chavez llega y dice: "Nosotros seguiremos enviando para acá petróleo para garantizar la soberanía energética de Argentina" y agrega que comprará "miles de tractores, sembradoras y cosechadoras, que ya están construyéndose", allá, no aquí en Venezuela. Ademas va a pasar por el supermercado a comprarse 600 mil toneladas de alimentos de los cuales quien sabe cuantos se irán a pudrir.

Dos naciones soberanas en verdad, una que depende del padrote para su gasolina y otra que depende del chulo para poder comer. ¡Ni Orwell podía inventar una soberanía tan brava!