El 4F, un golpe reaccionario

reaccionario, ria.
(De reacción).
1. adj. Que propende a restablecer lo abolido. U. t. c. s.
2. adj. Opuesto a las innovaciones.
3. adj. Perteneciente o relativo a la reacción ( tendencia tradicionalista).


Esta es la definición que nos ofrece la Real Academia para una palabra que cada día describe mejor y mejor lo que ha pasado en Venezuela desde 1992.

No pensaba escribir nada hoy pero ante tantas baboseadas, abusos, y mas, me siento obligado a aportar algo personal a la fecha.  Yo no estaba en Venezuela el 4F, vivía en el norte, en un país democrático, trabajando en universidades, lugares cultos, intelectuales, lejos de las realidades venezolanas y también norteamericanas, donde creíamos que la racionalidad siempre termina ganando.  No podía entender que en Venezuela después de 34 años de la caída de Pérez Jiménez pudiese tambalearse la democracia tan fácilmente.  Desde que regresé en 1997 se me ha ido parte de mi vida en tratar de entender porque pasó eso, llegando a la conclusión que nunca fuimos un país democrático, que nunca nos interesó la democracia y que lo único que cuenta es el facilismo, vivido preferiblemente con un contacto personal con alguien de poder para que nos resuelva nuestros problemas.

Yo se que con lo de arriba, y lo que viene, voy a ofender a 90% de mis conciudadanos.  Eso no me quita nada: ya estoy acostumbrado a las minorías verdaderas, sean intelectuales, sean sexuales, sean culturales, o sean políticas ya que estuve en ese 10% que votó NO en abril 1999 a la propuesta de llamar a una constituyente.  Parafraseando a Fidel, la historia ya me dio la razón.

A pesar de todo lo que la hoy fascista propaganda del régimen dice, la historia no puede esconderse.  Permitanme recordar lo que Venezuela era el 3 de febrero de 1992.  Venezuela entonces era un país que por bien o por mal estaba cambiando profundamente.  La descentralización había llegado y ya su efectos positivos podían percibirse.  Lo peor de la crisis económica ya había pasado: Venezuela por primera vez en su historia moderna tenia un sistema económico que poseía virtudes ciertas de liberalismo económico que le permitían empezar a crecer de una manera sólida.  En 1992 ya el plan de becas Gran Mariscal de Ayacucho tenia 15 años produciendo egresados de universidades extranjeras que volvían a Venezuela para compartir la visión de un mundo diferente, donde las cosas podían funcionar, donde la prosperidad para todos no era una quimera.

Cierto, todos estos aspectos positivos apenas empezaban a dar frutos y pocos se beneficiaban con ello.  También era cierto que el descalabro del Caracazo había mermado la confianza en el país de una forma duradera aunque no irreversible: otros países se habían recuperado de desastres mayores con menos recursos que nosotros.  También era cierto que el gobierno no tomaba en cuenta lo suficiente estos problemas creyendo fervorosamente que los cambios ya emprendidos por si solos iban a solucionar todo rápidamente.

Pero el hecho real, indiscutible, es que en 1992 Venezuela tenia perspectivas de futuro como no las había tenido en dos décadas.  Todo se fue al traste el 4 de febrero de 1992.  Se puede decir hoy que la era reaccionaria no empezó ni en 1998, ni en 2002, ni siquiera en el 2006: empezó el 4 de febrero de 1992 cuando un grupúsculo militar lleno de ideas reaccionarias intentó un golpe que no fue seguido por nadie en la población ese día, pero que rápidamente cobro adeptos hasta llegar a la elección de Hugo Chávez en 1998.  Ni mas, ni menos.

Esa elección fue posible porque la mayoría de la población de Venezuela está formada por los lambucios creados por el populismo de los 40 años anteriores (Caldera 2 ya era un gobierno en parte reaccionario al retomar normas populistas que había empezado a dejar de lado CAP 2), por los resentidos sociales heredados ya desde la caída de Pérez Jiménez y la fracasada guerrilla, y los jodedores, vividores y similar calaña que existen en cualquier país del mundo.  El genio de Chávez fue lograr unir todos estos grupos en una sola coalición que resultó ser invencible por casi una década. Y lo que aglutinó esa coalición es la misma mirada añorante a un pasado histórico que nunca fue como se describe hoy.  Veamos por partes, siguiendo la definición de la RAE.

Que propende a restablecer lo abolido.  La seudo-ideología Bolivariana no es tal.  Lo único que ha usado el actual caudillo son las ideas centralizadoras de Simón Bolívar que ya en su tiempo fracasaron.  Es verdad que durante las guerras de independencia que duraron del terremoto de 1811 hasta la caída de Puerto Cabello la división política fue una frecuente causa de derrotas militares.  Y es verdad que al lograr Bolívar la unidad de mando, sus derrotas se convirtieron en victorias que nos llevaron hasta la consagración de Ayacucho.  Pero también es igual de cierto que la testarudez de Bolívar en centralizar todo en Bogotá y proponer presidencias vitalicias acabaron en la disgregación temprana de Colombia que de Gran tuvo una corta década.  Nunca ni Quito ni Caracas vieron con mucho fervor a Colombia y nunca Bolívar se dio por enterado, y menos ofreció un sistema federal cuyo posible éxito se podía inducir del éxito que ya los EE.UU. demostraba al que se diese la tarea de estudiar dicho ejemplo.

No es que Chávez quiera restablecer la Gran Colombia aunque ganas no le falten, pero lo que sí lo ha poseído es la creencia de que el pueblo está mejor representado en un líder único, y vitalicio de ser posible.  En esto lo apoyan sus aduladores que son tan reaccionarios como el, en eso de que es mas fácil recibir ordenes que generarlas.  Eso lo aprendieron ya desde Gómez y lo traspasaron fácilmente a Chávez, casi como si fuese una cuestión genética.  Lo que Chávez ha hecho en 13 años, y pensado en esto desde antes del 4F, es restablecer el caudillismo vernáculo.

Opuesto a las innovaciones.  Parte de la fuerza de Chávez es el miedo a las innovaciones, esa naturaleza casi technofóbica que tenemos como país en enfrentar la novedad a menos que sea la de la moda, la de los gadgets, la del juego, la del güiski.  Venezuela es un país conservador, empezando por las élites que rápidamente se acostumbraron a trabajar con el gobierno para asegurarse protección contra el entorno global que se movía demasiado rápido para muchos de los empresarios venezolanos de la época.

Con CADIVI y los controles de precios, y otros desastres, Chávez ha demostrado que el está contra las innovaciones, que lo de él es mercantilismo y control sobre todo, como lo tuvieron caudillos venezolanos desde tiempos de Bolívar, pasando por Guzmán Blanco y Gómez.  Hasta incluiría a Caldera y CAP ya que fueron los primeros en crear control de precios y protección a empresas altamente ineficientes en manos del estado y hasta en mano privadas, un sistema que consecuentemente pareció normal que Chávez retomase en el 2003.

Hoy en día en materia de comunicaciones, en materia de infraestructura, en materia de productividad industrial, y pare usted de contar, Venezuela ha perdido 13 años y empezó a retroceder a niveles productivos de hace 20 años. Si hay un país hoy en día en América Latina opuesto a las innovaciones científicas, económicas, monetarias, productivas, sociales, es Venezuela.  La revolución bolivariana ni discutió el aborto, ni le dió derecho a los homosexuales, ni modernizó los sindicatos, ni se convirtió en la plaza financiera a la que estaba llamada a trasformarse, ni industrializó el petroleo, ni se convirtió en potencia agrícola, revertiendo en este penoso caso a un sistema desmejorado de conucos bolivarianos.

No es posible esperar innovaciones reales, modernización, en un régimen liderado por un fulano que dice que los seres humanos a penas tienen unos pocos siglos sobre el planeta, que el capitalismo arrasó con Marte y que le dieron cáncer por un rayo misterioso, todo eso mientras Direct TV nos observa a través de sus decodificadores.

Perteneciente o relativo a la reacción.  ¿Cual es hoy en día el país mas reaccionario de las Américas?  Cuba.

El régimen castrista que llegó al poder en 1958 y se desarrolló rápidamente en media década es hoy en día el único país totalitario del hemisferio, el gobierno mas longevo y el que mas lucha internamente para evitar que algo cambie, que las innovaciones incontrolables lleguen a la isla.  Es el país donde el celular es el mas costoso, donde Twitter no existe, donde el Internet es cosa de unos pocos allegados al dictador y su maquinaria.  Hay que ir a Corea del Norte para conseguir un país mas atrasado mentalmente.

Terminaré rápidamente recordando que no solamente Hugo Chávez tiene por modelo a un país reaccionario como se ha vuelto Cuba, pero también sus mas allegados compinches son reaccionarios de todo pelo, sea el asesino de Siria, el linchador de mujeres y homosexuales en Irán, o la ultima dictadura comunista de Europa.

Entonces queda claro que lo que Chávez celebró hoy vergonzosamente, lo que de seguro se convertirá en fecha patria de ser reelecto en octubre, es un golpe militar reaccionario.  El resultado es que le país se ha parado, ha dejado de progresar, empezó a retroceder.  Lo poco que habíamos ganado con la descentralización incipiente, con los primeros balbuceos de la responsabilidad institucional se ha perdido.  Hoy, la generación innovadora que se fraguó con Fundayacucho ha encontrado el camino del exilio dejando el país con una espantosa escasez de recursos humanos que es la peor que hay.   La desmotivación reina, incluso entre los chavistas que son las principales victimas de la reacción: ellos se sometieron voluntariamente a ese mal.

El 4 de febrero es para mi el día cuando el presente y el futuro de mi generación fueron robados por militares palurdos y atrasados.  Pero también es el día en que la generación de relevo perdió su futuro, a menos que logremos parar esta locura pronto.

-----------

Recomiendo leer una entrada con la misma tónica de Bruni.